Declaración de Fe

Nuestra declaración de fe está conformada por las enseñanzas que sirven como fundamento para la fe cristiana.

Cada enseñanza contenida en este documento siendo una exposición fiel de la palabra del Señor, determina nuestras creencias, acciones y dirección como iglesia.

Es mi oración y deseo que en este documento, usted encuentre una guía práctica y clara para ser edificado en la verdad de nuestro Señor Jesucristo.

Por Cristo y Su Palabra 

Pastor Enrique Sarria

QUE QUIERE DECIR EL SER CRISTIANO?

Ser un cristiano es más que identificarse a sí mismo con una religión en particular o afirmar cierto sistema de valores. Ser cristiano significa que usted cree lo que la Biblia dice acerca de Dios, el hombre, y la salvación. Considere las siguientes verdades encontradas en las escrituras:

 

Dios es el Creador Soberano. El pensamiento contemporáneo dice que el hombre es producto de la evolución. Pero la Biblia dice que fuimos creados por un Dios personal para amarlo, servirle, y disfrutar comunión interminable con Él. El Nuevo Testamento revela que fue Jesús mismo quien creó todas las cosas (Juan 1:3; Col. 1:16). Así es que Él mismo es dueño y Señor de todo (Salmo 103:19). Esto quiere decir que Él tiene autoridad sobre nuestras vidas y le debemos fidelidad absoluta, obediencia y adoración.

 

Dios es Santo.  Dios es absoluta y perfectamente santo (Isaías 6:3), por lo tanto Él no puede hacer el mal o aprobarlo (Sant. 1:13). Dios requiere que nosotros seamos santos como Él lo es. 1Pedro 1:16 dice, “Sean santos como Yo soy Santo.”

 

El hombre es pecador.  De acuerdo a las Escrituras, cada persona es culpable de pecar: “No hay ningún hombre que no peque” (1Reyes 8:46).  Esto no quiere decir que seamos incapaces de llevar a cabo obras humanas de caridad. Pero somos incapaces en toda medida de entender, amar o agradar a Dios por nosotros mismos. (Rom. 3:10-12).

 

El Pecado demanda un Castigo. La justicia y Santidad de Dios demandan que el pecado sea castigado con la muerte: (Ezequiel 18:4). Es por esto que simplemente el cambiar nuestro comportamiento y nuestra manera de vivir no puede resolver nuestro problema del pecado o eliminar sus consecuencias. 

 

Jesús es Señor y Salvador. El Nuevo Testamento revela que Jesús mismo fue quien creó todas las cosas (Cols. 1:16). Por tanto Él es dueño y Señor de todo (Salmo 103:19). Esto quiere decir que Él tiene autoridad sobre nuestras vidas y le debemos fidelidad absoluta, obediencia y adoración. Romanos 10:9 dice, que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Aunque la justicia de Dios demanda la muerte como pago por el pecado, por Su amor a provisto un Salvador quien pago el castigo y murió por los pecadores (1Ped. 3:18). La muerte de Cristo satisfizo las demandas de la justicia de Dios y la vida perfecta de Cristo satisfizo las demandas de la santidad de Dios (2Cor. 5:21), habilitándolo así a Él para perdonar y salvar aquellos quienes ponen su fe en Él (Rom. 3:26).

 

El Carácter de la Fe Salvadora. La verdadera fe es siempre acompañada con el arrepentimiento de los pecados. Arrepentimiento es estar de acuerdo con Dios que usted es pecador, confesando sus pecados a Él,  haciendo una decisión consiente de alejarse del pecado (Luc. 13:3, 5; 1Tesl. 1:9), buscar a Cristo (Mat. 11:28-30; Jn. 17:3) y obedecerle a Él (1Jn. 2:3). No es suficiente el conocer ciertos hechos acerca de Cristo. Aun Satanás y sus demonios creen en el verdadero Dios (Sant. 2:19), pero ellos no lo aman ni le obedecen. La verdadera fe salvadora responde en obediencia (Efs. 2:10).